El grupo juntero y el grupo municipal donostiarra presentan sendas iniciativas para profundizar en la consecución de un objetivo “que ya no tiene vuelta atrás”.
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| Markel Olano y Eneko Goia |
El grupo municipal de EAJ-PNV de Donostia y el grupo juntero EAJ-PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa han ofrecido una rueda de prensa conjunta para presentar las iniciativas que presentarán en ambas instituciones para trabajar en la consecución de la paz y la normalización política. El portavoz del grupo juntero EAJ-PNV, Markel Olano, ha destacado que “no podemos dejar pasar esta oportunidad. Para ello, tenemos que fijar iniciativas encaminadas a la consecución de la paz, ya que un debate político sin propuestas suele ser perjudicial”. En este sentido, Olano ha asegurado que “la paz no se puede utilizar como el objetivo de una estrategia partidista”.
Del mismo modo, el portavoz del grupo juntero jeltzale ha señalado que “desde el punto de vista político se pueden dar pasos muy importantes a favor de la paz. Para empezar, la violencia como chantaje político debe desaparecer. Así, no podemos olvidar que para fortalecer un escenario de paz hay que profundizar en la democracia, para lo que es necesario dejar de lado para siempre las estrategias basadas en la ilegalización”.
Asimismo, Markel Olano ha precisado que “los pasos para fortalecer la paz también hay que darlos desde el punto de vista social”, y ha añadido que para ello “hay que aceptar los derechos humanos y trabajar en el respeto de los mismos, puesto que esa es la clave para la reconstrucción de la convivencia desde un punto de vista social y político”. Además, Olano ha subrayado que “recuperar la confianza y el respeto entre diferentes es imprescindible” y que “para avanzar tenemos que escucharnos los unos a los otros y trabajar el diálogo”.
Según el portavoz del grupo juntero EAJ-PNV, uno de los quehaceres para lograr una convivencia pacífica es “el reconocimiento de todas las víctimas. Es necesario hacer un ejercicio de acercamiento solidario a su experiencia, para tratar de liberarlas del dolor que atenaza su existencia para que recuperen una vida digna”. En opinión de Markel Olano, “hay que trabajar, sobre todo con los jóvenes, sobre la base de una educación para la paz, y al mismo tiempo, tratar de afianzar un sistema democrático fuerte y responsable”.
Así, Olano ha asegurado que para lograr este objetivo el grupo juntero EAJ-PNV ha solicitado a las Juntas Generales que creen una ponencia dentro de la comisión de Igualdad y Derechos humanos “para crear herramientas que posibiliten construir un consenso social en nuestro territorio con el que fijar bases fuertes y compartidas, y desarrollar la pluralidad política de nuestra sociedad con libertad; precisar las herramientas necesarias para recuperar el respeto y la confianza mutua en los pueblos y ciudades de Gipuzkoa; fijar las iniciativas para trabajar en el diálogo entre todas y todos los guipuzcoanos; conocer los estudios y opiniones de los expertos en la materia; y profundizar en las propuestas para la defensa de la educación para la paz y de los derechos humanos”.
DAR CONTENIDO A LA CASA DE LA PAZ
Por su parte, el portavoz del grupo municipal EAJ-PNV, Eneko Goia, ha trasladado a la Comisión de Derechos Humanos una propuesta para que el Ayuntamiento donostiarra “juegue un papel activo” en el proceso de consecución de la paz. “El Ayuntamiento debe jugar un papel activo en este terreno, y no de mero observador de lo que una organización armada decida hacer o dejar de hacer”.
En este sentido, la Casa de la Paz supone “un proyecto al que los donostiarras deberíamos ser capaces de dar un contenido que nos permitiera ser pioneros en el camino que todos deseamos recorrer durante los próximos años en este país”. El portavoz jeltzale considera que “esta puede ser la oportunidad para que la Casa de la Paz y de los Derechos Humanos se convierta en la referencia e la construcción de un escenario de paz y reconciliación. Un camino que debemos abordar con valentía los representantes legítimamente elegidos por la ciudadanía, sin injerencias externas y de un modo inmediato”.
La propuesta remitida por Goia a la comisión de Derechos Humanos propugna “el reconocimiento de todas las víctimas”, la “educación en la paz de los ciudadanos, y muy especialmente los jóvenes”, la “edificación de un sistema democrático sólido y exigente” y la visión de la paz como “una tarea que nos compete a todos los donostiarras, sin exclusiones, que nos permita cimentar un futuro donde no resurja la violencia”.
“Nos corresponde a todos trabajar en aras a recuperar el respeto y la confianza mutua para construir una convivencia más justa, sabiendo escuchar y utilizando el diálogo constructivo”, concluye Eneko Goia.
Del mismo modo, el portavoz del grupo juntero jeltzale ha señalado que “desde el punto de vista político se pueden dar pasos muy importantes a favor de la paz. Para empezar, la violencia como chantaje político debe desaparecer. Así, no podemos olvidar que para fortalecer un escenario de paz hay que profundizar en la democracia, para lo que es necesario dejar de lado para siempre las estrategias basadas en la ilegalización”.
Asimismo, Markel Olano ha precisado que “los pasos para fortalecer la paz también hay que darlos desde el punto de vista social”, y ha añadido que para ello “hay que aceptar los derechos humanos y trabajar en el respeto de los mismos, puesto que esa es la clave para la reconstrucción de la convivencia desde un punto de vista social y político”. Además, Olano ha subrayado que “recuperar la confianza y el respeto entre diferentes es imprescindible” y que “para avanzar tenemos que escucharnos los unos a los otros y trabajar el diálogo”.
Según el portavoz del grupo juntero EAJ-PNV, uno de los quehaceres para lograr una convivencia pacífica es “el reconocimiento de todas las víctimas. Es necesario hacer un ejercicio de acercamiento solidario a su experiencia, para tratar de liberarlas del dolor que atenaza su existencia para que recuperen una vida digna”. En opinión de Markel Olano, “hay que trabajar, sobre todo con los jóvenes, sobre la base de una educación para la paz, y al mismo tiempo, tratar de afianzar un sistema democrático fuerte y responsable”.
Así, Olano ha asegurado que para lograr este objetivo el grupo juntero EAJ-PNV ha solicitado a las Juntas Generales que creen una ponencia dentro de la comisión de Igualdad y Derechos humanos “para crear herramientas que posibiliten construir un consenso social en nuestro territorio con el que fijar bases fuertes y compartidas, y desarrollar la pluralidad política de nuestra sociedad con libertad; precisar las herramientas necesarias para recuperar el respeto y la confianza mutua en los pueblos y ciudades de Gipuzkoa; fijar las iniciativas para trabajar en el diálogo entre todas y todos los guipuzcoanos; conocer los estudios y opiniones de los expertos en la materia; y profundizar en las propuestas para la defensa de la educación para la paz y de los derechos humanos”.
DAR CONTENIDO A LA CASA DE LA PAZ
Por su parte, el portavoz del grupo municipal EAJ-PNV, Eneko Goia, ha trasladado a la Comisión de Derechos Humanos una propuesta para que el Ayuntamiento donostiarra “juegue un papel activo” en el proceso de consecución de la paz. “El Ayuntamiento debe jugar un papel activo en este terreno, y no de mero observador de lo que una organización armada decida hacer o dejar de hacer”.
En este sentido, la Casa de la Paz supone “un proyecto al que los donostiarras deberíamos ser capaces de dar un contenido que nos permitiera ser pioneros en el camino que todos deseamos recorrer durante los próximos años en este país”. El portavoz jeltzale considera que “esta puede ser la oportunidad para que la Casa de la Paz y de los Derechos Humanos se convierta en la referencia e la construcción de un escenario de paz y reconciliación. Un camino que debemos abordar con valentía los representantes legítimamente elegidos por la ciudadanía, sin injerencias externas y de un modo inmediato”.
La propuesta remitida por Goia a la comisión de Derechos Humanos propugna “el reconocimiento de todas las víctimas”, la “educación en la paz de los ciudadanos, y muy especialmente los jóvenes”, la “edificación de un sistema democrático sólido y exigente” y la visión de la paz como “una tarea que nos compete a todos los donostiarras, sin exclusiones, que nos permita cimentar un futuro donde no resurja la violencia”.
“Nos corresponde a todos trabajar en aras a recuperar el respeto y la confianza mutua para construir una convivencia más justa, sabiendo escuchar y utilizando el diálogo constructivo”, concluye Eneko Goia.
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