8 de marzo de 2013

“BILDU” Y LOS RESIDUOS DE GIPUZKOA

Artículo de opinión del juntero de EAJ-PNV Xabier Ezeizabarrena en Diario Vasco.




Como es sabido, un gobierno tiene la misión de gestionar los problemas públicos. Y para ello es imprescindible adoptar decisiones y definir prioridades. Un gobierno, además, debe defender la tutela del interés general. Lo que en ningún caso puede hacer un ejecutivo, y tampoco la Diputación Foral de Gipuzkoa gobernada por Bildu, es esconderse y evitar la asunción de sus responsabilidades. En el caso de la problemática que han creado con los residuos, la Diputación gobernada por Bildu prefiere rechazar el cumplimiento de las decisiones adoptadas por una amplia mayoría.

Lo que tampoco resulta posible es pretender confundir a la sociedad cuando uno mismo es el responsable de cuanto  sucede con la gestión de los residuos de Gipuzkoa. Ante ello, seguimos sumidos en una auténtica ceremonia de la confusión orquestada por Bildu que, no solamente se ha negado a gestionar el problema, sino que pretende retrasar su solución y exportar parte de los residuos de Gipuzkoa a Bizkaia, a Nafarroa o allí donde estén dispuestos a recibirlos. Una apuesta cara en costes energéticos, ambientales y económicos que ni el medio ambiente ni la ciudadanía de Gipuzkoa tienen por qué asumir. Tanto es así que la inacción de Bildu está costando a Gipuzkoa nada menos que 300.000 euros mensuales en intereses, sencillamente por paralizar el proyecto de cierre del sistema de gestión en la planta incineradora de Zubieta.

La llegada de Bildu al Gobierno Foral, junto a su visión extremista sobre los residuos, ha supuesto un sistemático ejercicio de obstrucción institucional a los acuerdos alcanzados, incluida la construcción de la planta de valorización energética en Zubieta (Donostia). La razón es bien sencilla pues el “Puerta a puerta” es un sistema de recogida de las basuras, no un sistema de gestión de las mismas. Sigue siendo imprescindible un sistema de cierre y valorización energética (incineradora) como el previsto en la planificación vigente en Gipuzkoa. Se trata del mismo sistema implantado en países de larga tradición ecológica como Alemania, Dinamarca o Suecia, entre otros, cuya tradición “verde” haría palidecer al más ecologista de la izquierda abertzale. De hecho, Bildu acude a una reunión de los verdes europeos sobre la materia, ocultando a toda la sociedad que en dicha reunión se avala el sistema de valorización energética de la materia no reciclable. De hecho, los verdes alemanes llevan décadas defendiendo por su eficacia y carácter ecológico la obtención de energía de la materia no reciclable.

Un problema que estaba ambiental, económica y socialmente resuelto con la aprobación del Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa ha vuelto a nuestras instituciones como un boomerang de la mano de Bildu y su irresponsabilidad.

Como demuestran los propios datos de la Unión Europea y de países punteros en reducción, reutilización y reciclaje de residuos como Alemania, Dinamarca y Suecia, la posibilidad quimérica de llegar al “Residuo 0” como pretende Bildu es, simplemente, algo imposible. Sencillamente puesto que los residuos no reciclables no se evaporan. En todo sistema de recogida y gestión hay una fracción resto con la que hay que cerrar el ciclo de su tratamiento. Y ese ciclo, en países como Alemania, Dinamarca o Suecia vuelve a llevarnos hacia soluciones de cierre y valorización energética denominadas “incineradoras”. Nada que ver con la propuesta de apertura de decenas de nuevos vertederos de paquetes de basura, tal y como defiende Bildu en nuestras Juntas Generales, eso sí, sin explicarnos dónde piensa ubicar los citados vertederos.

La pretensión –o más bien imposición- de Bildu de derivar esa basura a otros territorios como Bizkaia, Nafarroa o Iparralde para quitarnos el problema de encima es aberrante desde el punto de vista ecológico y supone graves costes ambientales, económicos y sociales. Nos guste más o menos, el sistema “puerta a puerta” no resuelve la cuestión. Entre otras razones, porque está planteado de forma parcial sólo para 34 de los 88 municipios de Gipuzkoa sin rigor ni responsabilidad y mediante una pura imposición política, que tampoco llegaría al 50% de la población del territorio. La solución no es reabrir, ni crear nuevos vertederos, ni el transporte de residuos. La solución está escrita desde hacer años en la planificación de residuos de Gipuzkoa que Bildu no quiere aplicar: reducir la generación de residuos, seguir reciclando y reutilizando los residuos, y dar un cierre al resto no reciclable en la planta de valorización energética de Zubieta.
 
            La realidad es que Bildu carece de programa político o de proyectos estratégicos para Gipuzkoa. Sigue sin dar respuesta a un tema del día a día como el de los residuos que ya tenía y tiene solución con la planificación vigente. Como en otras materias, conocida la posición clara de las Juntas Generales de Gipuzkoa, cada vez es más evidente que el gobierno foral no va a respetar los acuerdos adoptados. Es más, sólo van a cumplir los que coincidan con su programa político. Una vez más, nos encontramos ante una cuestión de cultura democrática.

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